La Más Bonita Batalla
El día era duro, como todos desde hacía semanas. Nada podía cambiar la parsimonia de la rutina, hastiada de ver como se dejaba caer en el abismo más oscuro jamás creado. La soledad era su fiel compañera y las ansias de caer aun más anheladas cada día. ¿Válvula de escape? No tenía. Sus amigos preguntaban pero la máscara hacía el trabajo perfecto de sonreír cuando el mundo se destrozaba a su alrededor. Era feliz, a su cruel manera. Dicen que la soledad es sabia y sabe cuando marcharse, y sin él saberlo, así fue.
Días en los que la débil llama que prendía a su lado iba subiendo y cogiendo forma, robando oxígeno al silencio y poder a la locura que se había creado. Las murallas eran cada vez más fuertes y nadie podía romperlas con una vela, pero nadie dijo nada de una sonrisa, o palabras de apoyo.Quiso creer que olvidó aquella débil obertura que había en las paredes, pero en el fondo sabía que ella había estado allí, sin ambos saberlo, para algún día, compenetrarse y encajar cual beso perfecto. Jamás se habló de nada que no fuera todo, y todo no era nada de lo que ambos querían. Todo llegó sin pensar, y cuando lo hizo, los cogió por sorpresa. Él fue valiente y luchó y finalmente conquistó a la mujer bonita, que predispuesta estaba a dejarse enamorar.
Las murallas se derrumbaron ante dos palabras, universales en el amor. Aquel fue el tesoro más preciado en esa ardua lucha que mantenía con el mundo. Una vez entendió que aquello era más grande de lo que jamás había sentido, luchó, luchó y quiso conquistar. Ella era diferente y no caía ante lo simple y lo banal, era diferente y perfecta. Segundos, horas, semanas, meses, años. Momentos adheridos a su piel caminan hoy por cada caricia o beso que se dan. ¿Quién puede decir que las palabras no enamoran? ¿Quién puede decir que, sin querer nada, lo tienen todo? Se reirían si les hubieran dicho hace largo tiempo que acabarían haciendo lo que hoy hacen, amarse. "¿Yo con él?, ¡Si me cae muy mal, es un chulo". Fue más allá, venció el escudo y conoció la verdad tras la máscara de dolor forjada durante años. Se arriesgó y, quien sabe si ganó algo, pero si venció a la soledad que reinaba en su mente.
Desde aquel día, hace hoy dos años y casi un mes, ambos viven soñando, ambos sueñan viviendo, porque el amor se demuestra cada día del año, pequeños gestos, pequeños grandes momentos, sorpresas, una pareja feliz que aprovecha el momento que la vida le brinda. Jamás lo dejarán escapar, porque enamorados están, y que me lleven los demonios si lo dejan de estar algún día.
El poder de la palabra a veces hace que las mil batallas que están por venir no ocurran, o que simplemente un escudo se clave en el suelo para jamás alzarse de nuevo. A tu lado todo fue un cuento, pero no de hadas, si no de otra ralea, más verdadero, las felicidad plena y el amor no existe, existen las sensaciones, y tu, cariño mio, me haces sentir millones cada día, y tras tanto tiempo, no sabría decirte cual de ellas gana. Si tu perfecta sonrisa, si tu mirada de felicidad, si tus ganas de seguir a mi lado, si tus caricias, o si tus besos a media noche. Ganas tu, y me ganas a mi, cada día que paso contigo, porque a tu lado ya los días no son duros, son días de felicidad, porque yo siempre estaré a tu lado, y seguro que tu siempre lo estarás al mío.
Te amo muchísimo cariño.
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