Demonios, Comienzos
El Montaet era un espacio sombrío y la voz del hombre del centro que lo miraba con excitación y curiosidad, aunque Roberto no supiera aún el motivo. Entonces el hombre de la capa brillante volvió a hablar, esta vez de forma más solemne.
- Soy Zartros, Juez, y guardián de los Libros Negros. Estamos aquí hoy para juzgar todos los actos deleznables que tuviste en vida, y ver si te mereces la luz, o la oscuridad de las llamas.
Tras esto, se hizo un silencio inquietante, pero antes de que Roberto hablase habló Hórtrux.
- Roberto Vázquez Saver, nacido hace treinta y siete años, fallecido hoy tras un accidente de tráfico, asesinando también a otra persona, iba alcoholizado y dando tumbos por la carretera.- dijo leyendo un pequeño pergamino que tenía sobre la plancha de metal.
Roberto miró a la especie de monje y agachó la cabeza en señal de arrepentimiento, pero Zastros no pareció inmutarse en absoluto.
- Veo que te gusta la marcha Roberto.Has llevado una vida de pecado y te ha dado igual el estado de las demás personas, has luchado por tí y la avaricia te hizo rico en unos años. Luego gastabas el dinero en tus intereses y empobreciste a todos tus empleados, en definitva, una vida interesante para nosotros.
- La avaricia me cegó, pero estoy arrepentido por todo eso, lo juro.-dijo Roberto con miedo en la voz.
- El arrepentimiento no tiene efecto alguno aquí, ese momento tuvo que ser antes de morir, pero no te bastó con eso que además, mataste a un padre de familia que regresaba a casa para cenar con su familia, ¿sabías que tenía dos pequeñas hijas?
- No, lo siento muchísimo.- dijo entre lágrimas.
- No llores Roberto, tu vida ha sido una auténtica miseria para Dios, pero para nosotros ha sido una vida fructífera, y por eso hemos reclamado tu alma para nosotros, y Dios nos la ha concedido al ver la maldad que posee tu corazón, rechazando para ti el cielo, por eso tenemos dos opciones para tu alma, y tú deberás aceptar una de ellas.
El silencio se hizo en la sala de piedra y madera, mientras Zartros miraba a Roberto con una amplia sonrisa, y en ese momento Roberto supo que no le iban a gustar ninguna de las dos opciones, asi que se calló y se dispuso a escuchar esas dos ofertas. Zartros dio la palabra a la especie monje de su derecha, el cual habló con una voz menos grave y potente.
- Una de las opciones, es servir aquí entre llamas y oscuridad, aceptando las tareas que te encomendemos, algunas de ellas muy duras, para que asi puedas cumplir la penitencia durante toda la eternidad, sin posibilidad de descanso, ni reposo en toda la eternidad.
Roberto se quedó palido al escuchar la oferta y supo enseguida que no eligiría esa opción. Zartros le leyó el pensamiento y dio la palabra al hombre de su izquierda.
- La otra opción es que desempeñes tu tarea en la Tierra, donde tendrás que cumplir con los encargos de tus superiores, tendrás que matar, torturar, para que asi puedas cumplir tu penitencia durante toda la eternidad, tampoco tendrás posibilidad de descanso ni reposo en toda la eternidad.
Roberto se quedó mirando al frente y dijo seguro que elegia la segunda opción, ya que al menos vería a su familia alguna vez, y eso le reconfortaba enormemente. Zartros supo porque la elegía y por eso se levantó de la mesa de madera labrada y bajó hasta enfrente de Roberto. Le puso las manos en los hombros, Roberto puso los ojos en blanco y el cuello comenzó a ofrecer giros casi imposibles mientras su cuerpo tenía convulsiones, Hórtrux le agarró las manos y las ató a la espalda, mientras los otros dos hombres bajaban de sus asientos y se situaban a cada lado de él. De repente se lanzaron contra él, cubriéndolo durante unos segundos. Tras esto, se levantaron y se fueron por la única puerta que había en la sala.
Roberto se levantó, pero se sentía extraño, y miró a Zartros, que le devolvió la mirada con gestro triunfal.
-Desde hoy Roberto Vázquez Saver ha muerto. Quíomus acaba de nacer de entre las cenizas de Roberto para cumplir con su cometido.
Sintió como le ponían una capa negra como obsidiana, y entonces se dirigió hacia la puerta, pero una voz grave volvió a resonar en toda la sala con el mismo gesto grave y solemne del principio.
- Tu primer encomienda será traer al fuego eterno a una persona muy conocida por tí, debes hacerle sufrir de forma deleznable para mostrar tu lealtad hacia nosotros, tu primera alma que tendrás que entregarnos será la de tu sobrino, Marcos Vázquez Portas.
joder hefe, me fascina ese aura de misterio e intriga con que envuelves tus historias... realmente sabes captar la esencia de la oscuridad... suerte con tu proyecto!!!!
ResponderEliminarjoder bebe!!sera el tio capaz de torturar a su propio sobrino? me ha gustado mucho cuando Roberto habla con el monje porque me imaginado la escena y es chulisimo bebe!! me encantaa!! te amoooo!
ResponderEliminarpor cierto...que se me olvidaba bebe!! FELICIDADEEEESS CARIÑOOOOO!!19M!!
ResponderEliminarAlucinante ! :D
ResponderEliminarfantastico:)
ResponderEliminarHalaaaa [Bea Europe]
ResponderEliminarMaloooo ¬¬ siempre me dajas con intriga y tu eres mejor que yo :)
ResponderEliminarJodeeer. ha estao tan entretenida la hsitoria,que no se si tienes fallos o no xD jajajaja, pero no importa. Está.. Decir que está genial es kedarse corto xD jajajaja me encanta. Kiero mas. Un besin!!
ResponderEliminar:O Cada día me sorprendes más. Me está gustando mucho esta historia, espero que no acabe pronto y que pueda encontrar más tiempo para leerla. ¡Sigue así!
ResponderEliminar¡Un frío beso!