Voces Muertas, Puñal Y Sangre

Jose se sobresaltó al escuchar el grito de su esposa. Movió la cabeza intentando buscar a su mujer pero no tuvo suerte, y entonces encendió la luz. Quedó petrificado cuando vio que las sabanas estaban manchadas con un liquido rojo brillante y espeso. Pasó uno de los dedos y notó que aun estaba caliente. Salió al pasillo e intentó encender las luces, pero estallaron segundos después en millones de pequeños puñales de cristal que caían al suelo de madera.

Se lanzó a las habitaciones de sus hijas, y observó que Arabia dormía placidamente, mientras que su hermana no estaba en su cuarto. Extrañado, intentó acercarse a la escalera, y cuando estuvo cerca de ella escuchó un grito infernal que procedía de la parte inferior de la casa. Bajó los escalones de dos en dos, y vio a su mujer sentada en el sillón, aterrorizada. Fue acercándose lentamente al sillón, e intentó hablar con su mujer.

- Miriam....Miriam....- llamaba con miedo en la voz.

Pero ella no se volvía y seguía con la mirada fija en algo que tenía delante. Cuando al fin llegó a la altura de su mujer vio a su pequeña hija Sofía delante de ella sonriendo, mientras borbotones de sangre emergían desde las comisuras de sus labios. Vio que el vestido estaba manchado de sangre y temió por la salud de su mujer, pero no parecía haberle hecho nada. Se fijó más aún y vio un destello plateado en la mano izquierda de la pequeña. Un pequeño escalofrío recorrió su espalda hasta la nuca, dejándolo paralizado.  Segundos después intentó reaccionar y puso su mano en el hombro de su mujer, quien volvió la cabeza aterrada.  Sus ojos se calmaron vagamente al ver el rostro de su marido al lado de ella, y entonces intentó hablar pero le fue imposible.

Jose bajó su mano hasta un brazo del sillón, posando la otra en el centro del sillón. Sofía lo miraba tranquilamente mientras los ojos encendidos en luz brillaban en la oscuridad. Entonces susurró algo en el oido de su mujer. Segundos después la pequeña sólo pudo mirar antes de reaccionar. Jose giró el sillón dejando a Miriam frente a él, entonces la alzó y salieron corriendo a la parte de arriba de la casa. Sofía comenzó a jadear fuertemente y soltando un grito terrorífico se lanzó en busca de sus padres. Subió por las escaleras clavando el puñal en la baranda de las mismas. Llegando al final de la escalera escuchó un pequeño portazo y todo se volvió silencio. Giró entonces la cabeza intentando ver que puertas estaban cerradas, pero todas lo estaban, salvo la de sus padres. Andó unos pasos, y se detuvo delante de la primera puerta. Se puso de puntillas y giró el antiguo pomo. Entró en el cuarto de baño y no habia nadie, giró sobre sus talones y enflió de nuevo el pasillo, le quedaban cuatro puertas por abrir, pero se dispuso a esperar escondida.


Miriam y Jose se metieron en la habitación de Arabia cerrando de un portazo, y despertando a su hija, que antes que pudiera intentar llorar, su madre le tapó la boca para ahogar cualquier grito que pudiera lanzar. Se acurrucaron en una esquina de la estancia, rodeados de los pequeños payasos y las cuatro muñecas de porcelana que su abuela le había regalado por sus cumpleaños. Escucharon pequeños pasos acercarse lentamente por el pasillo, pero se perdieron a lo lejos. Seguramente habrá pasado de largo. Miriam suspiró tranquilamente, mientras que su marido se lanzaba a la puerta tranquilamente para ver si habia riesgo o no.

Giró lentamente el pomo y salió lentamente. El pasillo estaba desierto, asi que cogió a Arabia y fueron junto con Miriam intentaron acercarse al piso inferior. Jose bajaba tranquilamente, y Miriam tras volver una vez la vista atrás con miedo se dispuso a bajar, pero entonces lo sintió. Un dolor punzante penetraba en su tobillo derecho. Sintió como el frío acero rompía los ligamentos y como las primeras gotas de sangre comenzaban a emerger desde su pie. Segundos después rodó por las escaleras llevándose consigo a Jose y Arabia al suelo.

Miriam estaba aturdida por el golpe. Lo primero que hizo fue ver como estaban su marido y su hija. Los dos estaban tirados en el suelo, con sendos golpes en la cabeza. Jose se revolvió lentamente mientras que Arabia comenzaba a llorar. Su madre se tranquilizó pero entonces los escuchó. Pequeños y rápidos pasos se iban acercando, giró la cabeza y un escalofrío recorrió su espalda. Sofía bajaba los escalones con el puñal alzado en su mano, mientras clavaba sus ojos brillantes en los de su madre.

7 comentarios:

  1. Chispeante. Vaya con la niña chica como se las gasta. Habrá que ver si consigue llegar hasta su madre. Le auguro un futuro nefasto.
    ADOL

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  2. Dios, que acojone xDD
    ¡Puñetera sofía! Qué ideas más malas tiene la niña... en fin. Y pobre madre. Lo que hay que hacer para mantener una familia TT

    Un beso :)

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  3. me ha gustado bastante pero me has dado bastante miedo aun asi quiero mas ^^

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  4. madre mía que miedo!! a mí me pasa esto y vamos, no duermo el resto de mi vida. ¿Por qué quiere matar Sofía a su madre? Parece que está endemoniada o algo XD Está muy bien este primer capítulo. Leeré los siguientes. Avisa cuando lo cuelgues eh?? Que hay ganas de saber que ocurre con Miriam, si la matan o no jajaja

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  5. Pff menudo canguelo...
    Está genial sigue sigue :D
    xD

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  6. Mucha sangre jajaja =D
    Da miedoo ehh!!=)
    Sigue Sigue:)
    #Jony Steve.

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  7. la niña esa, sofia, m sta poniendo nerviosa!! ojala consigan salvarse!! sube el siguiente capituloo!!!!!
    bsiitos!!! =)

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