Demonios, Nueva Promesa

Quiómus estaba totalmente sorprendido por la actitud de su sobrino. Pensaba que lloraría por la muerte de sus padres, pero no había soltado ni una lágrima, y además le había dado la idea de quemar la casa. Sacudió la cabeza levemente para que el juez no se diera cuenta, y se quedó mirando a su Prexiom, que miraba con los ojos llenos de un brillo especial. No logró entender que estaría pensando.

Hórtrux estaba mirando al pequeño Marcos con detenimiento. Veía bastante potencial en aquel pequeño, pero de él no dependía que lo determinaran Aprendiz de Diablo. Realmente era bastante joven, por eso esperaba que lo pusieran de ayudante de Quiómus, o de él mismo. Todavía estaba sorprendido por la historia que había contado su alumno. Pero por mucho que pensara, nunca pedirían su opinión, así que tendría que esperar a lo que dictara el juez.

Un silencio reinaba en la estancia cuando Marcos respondió con aquella pregunta. Siguió preguntando con fingido desinterés, mientras miraba a aquel niño que estaba delante de él con cara risueña.

- ¿Por qué no quieres estar con tus padres? Ellos te quieren...

- Me gusta más estar con mi tío. Me enseñará mejores cosas.

- Yo me ofrezco voluntario para instruirlo en esta noble enseñanza.- comentó Hórtrux, casi sin querer.

El juez de voz grave se le quedó mirando, y entendió rápidamente que se había equivocado gravemente al hablar sin tener el permiso.

- Agradezco tu petición, buen Hórtrux, pero esto no depende de ti.- comentó mirándolo con condescendencia.Dirigió su mirada a Marcos.- ¿Qué quieres hacer?

- Pues ciertamente me gustaría estar con mi tío. Prefiero estar entre familia.- terminó encogiéndose de hombros.

Aquel niño le gustaba mucho, y le veía muy buen futuro. Ahora quedaba que Quiómus aceptara la petición, pero bueno, ya mismo ascendería de nuevo. Apuntaba maneras.

- Quiómus, ¿Aceptas que tu sobrino sea tu pequeño ayudante?

Titubeó un poco, pero respondió firmemente.

- ¿No sería peligroso para el pequeño Marcos?

- Tendría un buen maestro, sobre todo si es cierto la historia que nos cuentas...

Miró a su sobrino, que tenía los ojos relucientes. Acabó encogiéndose de hombros, antes de hablar.

- Por supuesto Maestro.

-¿Cuándo empezamos?. -preguntó Marcos con cara de felicidad.

3 comentarios:

  1. uohhh ya me dejaste algo asustada con la foto y esto me lo confirma jajaja aunque lo he visto algo corto para tu estilo jejeje xD

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  2. ¡Qué intriga, qué intriga, qué intriga! Me ha encantado, de verdad, me encanta Marcos, es adorable!

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  3. Esos peques sin alma hacen perfectamente su trabajo, le auguro un futuro prometedor.

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