Que Se Pare El Tiempo, VI

Todos alguna vez en nuestra vida necesitamos que se pare el tiempo, que no siga avanzando. Todos hemos ansiado parar aquel momento perfecto para revivirlo una y otra vez hasta la saciedad. Soñamos con aquel momento perfecto, aquel instante que esperamos durante toda la vida, y que si tenemos suerte, sólo dura unos pocos segundos. Y aunque es algo imposible, nosotros accedemos a nuestro recuerdo para revivirlo una y otra vez, una y otra vez...

Lejanos momentos acuden a nuestra vida para hacernos pensar en aquel momento. Da igual lo que sea, una simple mirada, un simple gesto, una simple acción. Siempre hay algo que nos lleva a aquel momento en el que fuimos felices, en el que soñamos que nada cambiaría, en el que sentimos que sería para siempre, en el que vimos que éramos inmunes al paso del tiempo.

Hoy día ves el pasado con recuerdos frustrados. Quisieras regresar a remendar algún error, pero es imposible, aquello pasó y por lo que fuera salió mal. No es momento de martirizarse con silencios incómodos, no es momento de recordar hasta la saciedad, no es momento de sincerarte con el pasado. Es momento de prestar atención al futuro que se acerca, es instante de sentir el viento que te depara la soledad. No dejes marchar aquel silencio, ni olvides aquel momento. Te ayudará a seguir adelante y a mejorar en los momentos de debilidad.

Piensa que el tiempo se pare, que las manecillas del reloj dejen de pasear por las horas inertes. Piensa que el tiempo se para en los peores momentos y acelera en los más bellos y productivos. Intenta soñar con un futuro y un presente y deja solo acudir al presente cuando estés más bajo de ánimo, porque será el quien te recuerde que las cosas sólo pueden ir a mejor.

Recuerda que la vida es tan efímera que cuando piensas en ella, se deshace entre tus dedos...