Opinión | Lo que fue 2020

  

 2020 se va, y con él, un año histórico para nuestras vidas. Hemos presenciado una pandemia en la actualidad y también hemos conseguido confirmar que la estupidez humana no cambia ni en las situaciones de crisis más extremas. Sí, bueno, hemos tenido grandes momentos como la consecución de la vacuna pero se vienen tiempos peores con la irresponsibilidad perenne.

 

La estupidez humana indica que vendrá una tercera y hasta una cuarta ola si no llegamos a combatirla a tiempo. Hemos corroborado la teoría de que somos un rebaño de cabras y necesitamos que nos lleven por el buen redil. Si nos salimos ya sabemos la que podemos liar. Quién nos iba a decir que la teoría de Dios y sus feligreses sería una buena comparación para acabar este año caótico. Lo que iba a ser un resumen del gran año de la web en cuanto a visitas se ha convertido en otra cosa. Y es que hemos vivido situaciones históricas en lo que a ridículo se refiere. 

 

Hemos visto colas en supermercados con personas con bolsas en la cabeza clamando por el fin del mundo mientras acababan, o casi, con el papel higiénico y los yogures. Hemos comprobado como los partidos políticos han realizado un ataque absurdo con tal de sacar rédito y alzarse como la panacea de la verdad, atacando hechos pasado con datos del presente alegando que lo harían mejor. Lo peor no es eso, lo más lamentable ha sido la turba de medios de comunicación y personas sin un mínimo de lógica apoyando estas decisiones de marketing porque, visto lo visto, no pueden pensar más allá. 

 

 No entraré a valorar la prostitución del hecho de aplaudir a los sanitarios a las ocho de la tarde para salir de fiesta quince minutos después. No podemos olvidar tampoco que los que se dicen gobernar han  ido siempre al ralentí de otros gobiernos y hemos permitido demasiado en esta pandemia. Quizás han querido mantener la fe de que el pueblo al que gobiernan lo haría bien, aunque eso también demuestra una ingenuidad de base al pensar que no estamos rodeados de personas con media ameba por cerebro.

 

No todo ha sido malo, ni mucho menos. Hemos demostrado grandes dosis de solidaridad ayudando a las personas que lo necesitan, bien sea abriendo negocios para que personas sin recursos puedan ir a por comida o aplaudiendo a nuestros sanitarios por dejarse, literalmente, la vida en salvar la de los demás. 2020 ha sido el año perfecto para retratar a una sociedad egoísta, simplona y sin personalidad que necesita saciar sus ganas de fiesta aun poniendo en peligro a toda la sociedad. También nos ha ayudado a diferenciar a las personas que dijeron que siempre estarían ahí y desaparecieron para no volver jamás. Lo que fue 2020, ya fue. Lo que será 2021 depende de nosotros, y eso da más miedo que una segunda pandemia.

No hay comentarios

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Con la tecnología de Blogger.