Opinión | Las dos caras de las redes sociales

Las redes sociales han sido una revolución en la comunicación en nuestra sociedad. Hemos pasado a informanos a través de ella y a conocer y compartir nuestros intereses con personas afines. La revolución tecnológica hace que creemos nuevas relaciones y tengamos más cercanía con nuestros ídolos y personas que admiramos. El lado positivo es este pero, estamos cada vez más acostumbrados, al lado negativo de tener una cuenta en cualquier red social. Las campañas de odio hacia personas por no pensar lo mismo que tu o por simplemente hacer algo que tu no compartes ha llegado demasiado lejos. Luna, la integrante de Cruz Roja que abrazó a un chico recién llegado a la península. Sufrió una campaña de acoso y derribo y la obligó a cerrarse su cuenta en Twitter. 

Esto vuelve a abrir el debate de tener un control sobre las cuentas en redes sociales y sobre cómo controlar que no se creen bots o cuentas dedicadas específicamente a vertir odio contra aquellas personas que no están de acuerdo o, simplemente, a cada persona que siguen. Una de las soluciones que pueden hacerse realidad es la obligación de hacer llegar una copia de tu DNI a la empresa donde te registras y así demostrar que no eres un robot y, si en algun momento llegas a insultar gravemente o cometer delito de odio, sea más fácil detectar y combatir estos hechos. Esto, según ciertos sectores, confronta la definición de libertad que podemos encontrar en la gran red. 

La cuestión más importante es realizar acciones concretas y efectivas para que nadie pueda sufrir acoso por redes sociales y que esa persona acabe, como poco, abandonando esa red social. Se han dado casos recientemente de personas que no pueden soportar semejante barbaridad y acaban quitándose la vida para que todo termine. Creía que habíamos evolucionado como sociedad pero lo que si tengo cada vez más claro que, más que evolucionar, nos estamos volviendo cada vez más gilipollas y para eso, por desgracia, no estamos preparados para comprender que una bandada de personas sin más objetivo en la vida que insultarte y hacerte sentir mal.  La vida es más que eso, aunque está claro que todavía no se han dado cuenta y dudo mucho que lleguen a hacerlo.