Entrecalles...

La magia de los pueblos antiguos enmarca la locura del presente, un pasado olvidado y un futuro incierto. Un pasado olvidado donde un sinfín de personas deambularon por sus calles con problemas que nadie saben salvo las entrecalles, esas entrecalles que marcaron decisiones del camino correcto a seguir y aunque nunca sabremos si fue la mejor opción, siguieron su camino obviando el pasadizo que quedaba con una locura y una vida por vivir más allá de una simple decisión, pues podría haberse encontrado con un viejo amigo, recordar sentimientos amargos, o tropezar con el amor de su vida.

El pasado queda anclado en esas decisiones que marcan nuestro presente, un presente que es esquivo a lo que realmente queremos y anhelamos, pues somos tan ingenuos que nos pasamos nuestra vida deseando un futuro que con cada día que pasa, llega o simplemente se aleja de nosotros con burla e ironía. Y es entonces cuando callejeando por las olvidadas calzadas de un pueblo acostumbrado al silencio, caes en las entrecalles de la indecisión. ¿Seguir anhelando un futuro que no llegará? ¿Comenzar a vivir el presente como realmente quieres? Preguntas que sólo una simple decisión, a veces tan fácil como sutil, cambia tu vida hasta niveles que jamás serás capaz de comprender... Entrecalles de pasado y presente que marcan un futuro.

Todo lo que hablemos o intentamos decidir sobre el futuro es trabajo perdido, pues él nos guiará a su antojo hacia decisiones que, o bien por miedo, o bien por necesidad, deberemos tomar en contra de nuestra voluntad. El futuro es algo tan incierto como saber si mañana estarás vivo o conocerás a alguien importante y que cambiará tu vida para siempre, mas el futuro tiene una ventaja, pues juega con el presente y el pasado creando una historia de incertidumbre, locuras y duros recuerdos que a veces no puedes olvidar. Seguramente nos encontraremos con las entrecalles que nos hagan decidir en el momento menos pensado y cuando menos queramos hacerlo.

Entrecalles, famosas en antiguos pueblos olvidados donde sólo los recuerdos engrandecen un pasado olvidado, un presente que pasa demasiado rápido, y un incierto futuro que nos devolverá, casi con seguridad nos tenga destinado una de esas mil entrecalles que las locuras nos deparará.