Inventemos...

Inventemos un pasado donde nada nos hiciera daño al recordar, inventemos un presente donde lo que nos rodea sea lo que realmente deseamos y añoramos. Inventemos, por qué no, porque la necesidad de la imaginación necesita retos que la vida cotidiana nos rechaza continuamente. Inventemos cuales son los verdaderos motivos por navegar por descubrir, por soñar. Miles de momentos que jamás viviremos de forma más real que en nuestros sueños, y sabes que será así, nuestra cobardía nos demuestra todo, y todo es nada.

Inventemos momentos donde lo perfecto sea imperfecto, donde lo real se convierta en imaginario, inventemos surcos, caricias, momentos y recuerdos que morirán en cada vaivén de las olas. Olas que volverán a su regreso sin que nadie las eche de menos ni las necesite, por eso, inventemos que las recibimos, les damos las gracias, y las despedimos como realmente se merecen, con un momento más real y necesario que los que llegamos a inventar cada invierno, cada primavera, cada verano.

Cuatro estaciones, más de tres centenas y media de días para intentar cambiar nuestra vida, a base de surcar sueños, locuras y pasiones. A base de inventos que necesitamos, que odiamos, que recordaremos o que dejaremos caer en el sueño del olvido. Un olvido necesario para todo aquello que, con el paso de los años, desecharemos sin creerlo. Inventemos pasiones, aspiraciones y momentos de placer y que nos lleven los demonios si no lo disfrutamos.

Inventemos tantas cosas que necesitamos día a día, segundo a segundo, inventemos una locura, un instante, un pasado, inventa lo que quieras pero jamás olvides algo, nunca olvides de donde vienes, como te forjaste en la vida, jamás olvides tu personalidad, mas no dejes de soñar, de inventar, de sentir, de amar.

Sigamos inventando una historia, como lo hago cada día desde que te beso al despertar y al volver al mundo de Morfeo, porque te amo, porque quiero soñar a tu lado, porque quiero hacer de un loco invento la más perfecta realidad.

Te Amo Muchísimo Cariño.