Para, Piensa, Continúa.

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 Para, no vayas tan rápido, la vida a veces no te da esa posibilidad de poder echar el freno al avión en el que se ha convertido tu vida. Para y fíjate en tu alrededor, para y observa todo aquello que antes te perdías por vivir en un mundo que poco a poco te va destruyendo, que lentamente se deshace en un mísero reloj de arena. Para y recuerda un pasado, el pasado que te llegó a donde estás ahora y valora si ha merecido la pena querer volar con lo bonito que es caminar y poder disfrutar de una vida que no llevas, de unas amistades que no valoras porque tu ambición no te deja saborear pequeños instantes, pequeños besos, pequeñas caricias. Para y no vayas tan rápido, la locura es demasiado efímera para no disfrutarla en todas sus vertientes.

Piensa, piensa en aquello que te llevó al camino que sigues y si merece la pena obviar un mundo por conseguir aquello que tanto anhelas, porque puede que una vez lo consigas todo lo que conoces como tu mundo haya desaparecido aburrido de tu velocidad. Una velocidad en la que no piensas más que en ti y no en los demás y si, es cierto que si no miras por ti nadie lo hará, pero si tras pararte, ves que hay amigos y personas que valoran tu amistad y tus progresos, te darás cuenta que preferirás ir a un ritmo normal y acompañado que ir rápido y solo. La soledad acaba muriendo en tu mundo, en tu corazón y te invade cual infiel compañera.  Piensa en aquello que te rodea, en lo que dejaste atrás, y en lo que quieres conseguir, y una vez lo tengas todo claro y limpio, piensa una vez más, recuerda que las locuras son demasiado dulces cuando ya han pasado.

Continúa, ahora que lo tienes todo claro y limpio continúa ese camino que decidiste elegir y acepta las consecuencias que ello trae, consecuencias que te marcarán en tu mundo y en tu día a día, ¿eliges velocidad? ¿Eliges ir paso a paso? Depende de ti, tu sabes lo que necesitas pero ten claro que todo en la vida pasa factura, tanto la rapidez como el paso normal. Continúa, nunca lo dejes de hacer por momentos e historias que no merecen tu atención. Todas ellas caminarán a tu lado e intentarán desestabilizarte, pero se fuerte, y si llega ese momento en el que no sabes que hacer vuelve a hacerlo. Para, piensa continúa. No importa las veces que lo hagas o las veces que lo necesites, pero nunca dejes de ser tu mismo. Para, piensa, continúa.
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