Querido Diario
Querido Diario:
Hoy es mi última página en estas tierras donde me has ayudado tanto en mis momentos más aciagos y en los que nadie me ha acompañado cuando peor he estado, en los momentos en los que escribir saciaba mi alma manchada de locuras y quebradas sonrisas llenas de millones de momentos. Hoy es la última página que escribo en estas tierras donde he sido feliz contándote los problemas que nadie ha querido escuchar antes. Dicen que es de niña escribir en un diario y yo soy lo bastante mayor para seguir con estas tonterías, o eso dice mi madre.
Páginas y páginas en las que mis problemas se han clavado en las páginas en blanco y donde la única ayuda que me proferías era desahogarme de los malos momentos en clase, o en los que el amor se reía de mi y nadie hacía nada por cuidarlo y recomponer mi ánimo. Tu y tus páginas estuvisteis presentes cuando mis compañeros me ofendían y humillaban delante de toda clase y, aguantándome las lágrimas y queriendo ser fuerte, ante ti y tus páginas caían todas aquellas que antes me tragué, pero dicen que esto es de niñas ilusas y debo dejar de contarte mis momentos.
Acaba de venir mi madre a despedirse y me ha regañado por seguir anclada a tus silencios y a unos consejos que nadie nunca quiso dar ni interesarse por aquello que padecía y sufría. Hoy dejo de escribir pero no porque mi madre me obligue, hoy dejo de escribir en estas hojas en blanco porque mi vida no da para más días ni para más hojas. Soy una niña, y en esa infancia mi vida ha sido un infierno, ¿por qué voy a querer crecer y hacerme una mujer? ¿para sufrir la discriminación de una sociedad machista y que cada día da más asco? ¿Vivir en un país en el que un sinvergüenza manda sobre el poder más bonito que tiene una mujer al poder dar vida o no a su propio hijo? ¿Vivir en un mundo donde un cobarde mate a una mujer y la justicia se ría de las victimas con sentencias irrisorias?
En este mundo no quiero vivir, este mundo se está convirtiendo en una lacra y en pura miseria donde el poder de los hombres equivocados reinan un mundo que se va a la deriva y que nadie alza la voz para luchar por sus derechos. Vivimos en una sociedad de cobardes, y en la que si el valiente se levanta es apaleado en sus ideas y sus convicciones por aquellos que juraron protegernos. En este país de vergüenza no deseo vivir, vive tu si quieres pero esta mierda que llamamos sociedad y si no haces algo, todos acabaremos contra nosotros mismos por tal de sobrevivir.
Hoy me despido de un mundo infectado de poder, ambición y donde la humanidad y la calidad humana se va perdiendo. Querido diario, estas son las ultimas palabras que te escribo, y quería darte las gracias porque a veces un silencio hace más que mil personas que te ignoran por estar centrados en su propio mundo y su propia ambición.
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