Ave Nocturna

Cae la noche, las notas suenan y vuelvo a sonreír. Mis días pueden haber sido oscuros en grado sumo, pero una vez regreso a mi página en blanco con aquello que inspira unas miseras líneas, mi alma se transforma en ave nocturna. Ave nocturna que cabalga por los peores pensamientos que puedas imaginar, por una propia muerte, por la muerte ajena, por nuestro pasado y por nuestro incierto futuro. Quizás tendría que poner cada canción con la que me inspiran los textos. Quizás lo entenderíais mejor, quizás. 

El ánimo de nuestra ánima se va decayendo entre espejos rotos donde no me quiero mirar. Oculto mi sueño a aquel que no merece compartirlo conmigo. Reparte las cartas de este último juego y déjame soñar con la partida perfecta. Sé que perderé, es mi destino, es mi triste historia pero esa ilusión jamás la perderé. Esta ave nocturna navega a la deriva entre puertos demasiados lejanos para poder pararme. No me dejan. No lo ansío tampoco. 

Vuelo entre mis propios pensamientos, entre recuerdos, entre futuros inciertos, ya te lo he dicho, suenan las notas y vuelvo a sonreír. Es mi pequeño legado el que dejo al mundo, ese del que nadie quiere oír, ese del que tu no deseas escuchar y yo necesito contarte...