Mundo Series | The Sopranos, temporada tres
Año: 2001
Duración: 45/50 minutos.
Número de capítulos: 13
Temporadas: 6
País: Estados Unidos
Productora: HBO
Reparto: James Gandolfini, Edie Falco, Lorraine Bracco, Michael Imperioli, Tony Sirico, Aida Turturro, Dominic Chianese, Jamie-Lynn Sigler, Steve Van Zandt, Drea de Matteo, Steve Schirripa, Nancy Marchand, Dan Grimaldi, Joseph R. Gannascoli, Federico Castelluccio, Steve Buscemi, Joe Pantoliano, John Ventimiglia, Sharon Angela, Robert Iler, Frank Vincent, Vincent Pastore,
_SINOPSIS_
Crónica de la vida cotidiana y de las aventuras personales y profesionales de una familia mafiosa que vive en Nueva Jersey. Son gentes sencillas, pero implacables en sus ritos y tradiciones. La trama se basa en las confidencias del "capo" Tony Soprano a su psicoanalista, la doctora Melfi.
El FBI sigue cercando a la familia Soprano mientras que estos siguen haciendo frente a los problemas familiares. Aquí, Meadow marcha a la universidad y encontrarla también parece ser una odisea debido a los antecedentes de sus padres y los deseos de la propia chica de alejarse de la tormenta que se avecina a su entorno familiar. La tercera temporada se enfoca más a los sucesos en torno a sus propios hijos y la relación de Tony con la doctora Melfi, dejando en segundo lado sus actividades laborales e ilegales, aunque no sin obviarlas por completo.
Las nuevas relaciones que Meadow hace en la universidad hace que sus padres estén atentos a sus siguientes pasos, sobre todo con su nueva pareja además del futuro universitario, o no, de su hijo. Vamos viendo como Tony no es tan todopoderoso como parecía antaño y vemos las primeras fisuras potentes en su personaje, descubriendo a un brutal Gandolfini. Un Gandolfini en estado de gracia desde que iniciara la serie pero aquí podremos descubrir mucho más de su talento.
Los propios demonios personales del protagonista de The Sopranos hacen que todo parezca depender de una estrecha cuerda que puede romperse en cualquier momento y eso nos mantiene en tensión, más de la que podríamos imaginar viendo en lo que se centra esta tercera tanda de episodios. El nivel, en esta ocasión, no es que empeore o mejore, mantiene la tónica de las anteriores y nos da un punto de vista a lo acostumbrado hasta la fecha, hasta con la relación de Tony con su tío y su madre.
En definitiva, otra clase maestra de cómo hacer una serie sin demasiada parafernalia, únicamente acudiendo a los problemas familiares y a las consecuencias, y supuestas ventajas, de llevar un negocio como lo hace la familia Soprano. Apasionado soy de esas cenas en familia en su restaurante de cabecera, quemado anteriormente por culpa de éste, pero en el que quedan a hablar, confiar, o dirimir sus propias discrepancias siempre con un buen plato sobre la mesa. Escenas así son las que hace que me enamore más de esta maravilla de serie.
_NOTA_
_OPINIÓN PERSONAL_
El FBI sigue cercando a la familia Soprano mientras que estos siguen haciendo frente a los problemas familiares. Aquí, Meadow marcha a la universidad y encontrarla también parece ser una odisea debido a los antecedentes de sus padres y los deseos de la propia chica de alejarse de la tormenta que se avecina a su entorno familiar. La tercera temporada se enfoca más a los sucesos en torno a sus propios hijos y la relación de Tony con la doctora Melfi, dejando en segundo lado sus actividades laborales e ilegales, aunque no sin obviarlas por completo.
Las nuevas relaciones que Meadow hace en la universidad hace que sus padres estén atentos a sus siguientes pasos, sobre todo con su nueva pareja además del futuro universitario, o no, de su hijo. Vamos viendo como Tony no es tan todopoderoso como parecía antaño y vemos las primeras fisuras potentes en su personaje, descubriendo a un brutal Gandolfini. Un Gandolfini en estado de gracia desde que iniciara la serie pero aquí podremos descubrir mucho más de su talento.
Los propios demonios personales del protagonista de The Sopranos hacen que todo parezca depender de una estrecha cuerda que puede romperse en cualquier momento y eso nos mantiene en tensión, más de la que podríamos imaginar viendo en lo que se centra esta tercera tanda de episodios. El nivel, en esta ocasión, no es que empeore o mejore, mantiene la tónica de las anteriores y nos da un punto de vista a lo acostumbrado hasta la fecha, hasta con la relación de Tony con su tío y su madre.
En definitiva, otra clase maestra de cómo hacer una serie sin demasiada parafernalia, únicamente acudiendo a los problemas familiares y a las consecuencias, y supuestas ventajas, de llevar un negocio como lo hace la familia Soprano. Apasionado soy de esas cenas en familia en su restaurante de cabecera, quemado anteriormente por culpa de éste, pero en el que quedan a hablar, confiar, o dirimir sus propias discrepancias siempre con un buen plato sobre la mesa. Escenas así son las que hace que me enamore más de esta maravilla de serie.
_NOTA_
9,4
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