Opinión | ¿Orgullo?

La sociedad a lo largo de la Historia ha demostrado una aceptación a los homosexuales sorprendente pese a ciertas épocas. La Antigua Grecia o la Antigua Roma son ejemplos de ello, en estas civilizaciones era algo que se permitía mientras no dañara ciertos aspectos de la vida cotidiana. No deja de ser curioso que, en vez de evolucionar y limar las incongruentes asperezas, se creen más y más prejuicios a un colectivo que solo quieren disfrutar de la libertad que todo ser humano merece. En los últimos tiempos, más con la llegada de la ultraderecha, no han dejado de salir opiniones de todo motivo y sinsentido referente a un tema que, en ciertos ambientes, no deja de ser tabú o espinoso.

Lo mismo ocurre cuando se celebra el Orgullo. Actualmente vivimos en una sociedad en la que se le da más importancia a personas con otra orientación sexual celebren un día que a los verdaderos problemas que tiene actualmente el país.  ¿Qué hay de malo en celebrar algo que, a día de hoy, sigue siendo necesario hacer? He leído en ciertas redes sociales que por qué no se celebra el día del orgullo hetero. La respuesta es bastante simple. Ser heterosexual es algo que se ha aceptado por una simple razón. La religión lo ha aprobado. Toda esta homofobia viene de la misma raíz y esa es las distintas religiones, o si no, pregúntate por qué en la Antigua Roma se veía normal, dentro de unos parámetros, y hoy día, a pesar de vivir en un estado, teóricamente aconfesional, hay una gran cantidad de personas que no aceptan una forma diferente de sexualidad. La Iglesia a día de hoy ha condenado por activa, pasiva y de todas las maneras posibles la "aberración que es la homosexualidad" e incluso ciertos sacerdotes se han propuesto curar esta "enfermedad anti natura". 

El ser humano que, hoy día, no sigue los dictámenes anticuados de una congregación acepta mucho más fácil algo que hace cincuenta años era casi delito. Por esos motivos es necesario celebrar un día del orgullo. Es paradójico que tras más de 2.500 años estamos más retrasados intelectualmente respecto a este tema. Ya el propio Orgullo tiene como meta la igualdad y que lo que hoy día es, sea con el tiempo una fiesta en la que se celebre la libertad sexual de cada persona. Ni mejor, ni peor, simplemente ser iguales. No hace falta recordar la caza de brujas que este colectivo ha sufrido, y sufre en ciertos países, por los que están en contra de la homosexualidad y se creen con el derecho de inventar una guerra contra alguien que solo quiere vivir tal como lo siente. Por ello lo celebran, por todos aquellos que han fallecido defendiendo una libertad que, hasta hace muy poco, en este país se ocultaba y se difamaba con total impunidad.

En definitiva, si no te gusta o no estás de acuerdo, al menos ten la coherencia de dejar que cada uno disfrute a su manera de su vida igual que, seguramente, la sociedad te deja a ti hacer lo mismo. ¿Orgullo? Claro que sí, y cada día más por esas personas que se lanzan al vacío y lo anuncian, sin miedo a nada, pudiendo perder todo en una sociedad que todavía, 2.500 años después de ser aceptada, ha vuelto a sentir la carga de una lacra demasiado marcada a fuego en unas cuantas generaciones que, por desgracia, y para mi entender, siguen dando lecciones sin tener nada que enseñar.
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