La Princesa De Luz, Esea

Miles de puñales de cristal plateados se clavaban en miles de sábanas rojas, mientras dulces puntos dorados emergían para despedir un día más. La suave brisa hacía que algunos pajarillos salieran volando antes de lo acostumbrado, mientras crujidos de ramas y leves pisadas se escudriñaban a lo lejos. Voces susurraban un silencio casi perfecto, mientras pequeños golpes acompañaban a aquellas palabras.

Elisea comía realmente poco. Isabel le traía de vez en cuando algún mendrugo de pan, o alguna sopa fría. Aquella noche no esperaba nada de comer, pero la pequeña apareció casi sin avisar, sobresaltándola. Se situó frente a ella y comenzó a hablar.

- Bueno Elisea...tenemos dos opciones para ti. ¿Cuál prefieres?

- Si no me cuentas nada, poco puedo elegir...

- Esa es la grandeza del juego...pero no es hora de jugar...¿Verdad Elisea? Veamos.. la primera opción es matarte, es la más realista, pero claro, tenemos que dejar un cuerpo, ya que si lo quemamos, el rastro podía dar conmigo, y no es una idea que me agrade en demasía. Pero bueno, mi salvador la tiene en mente, y no seré yo quien se la quite de la mente...

- ¿Y la segunda? - Elisea cortó a la pequeña con esperanza de que la segunda opción no fuera la muerte.

Isabel se dio cuenta de que lo que reflejaban sus ojos y tras una sonrisa pícara, respondió.

- Bueno, veo que la primera opción no te convence mucho, creo que era lógico. La segunda puede que acabes pidiendo la primera, pero en ti quedará. La segunda opción es acompañarnos, y ayudarnos a aparentar, seguir con el juego...

- Bueno, mientras siga con vida, no me parece una mala opción.

- ¡No hables si no se te manda, sucia!- Isabel se levantó y con toda su fuerza dio una bofetada a Elisea.- Hablarás cuando yo ordene, y así será porque temes mi ira, y porque asi yo lo deseo. La segunda parte es que deberás asesinar o torturar a quien se te ordene, bien para escapar de algún sitio, o bien por puro deleite.- Isabel esperó que los ojos de Elisea se ensombrecieran por el miedo, pero no atisbó nada.

- Me parece una gran idea, al menos podré vivir.

- Entonces Elisea, ¿Cuál escoges?

- Claramente la segunda opción. Me gusta seguir con vida. - afirmó con una gran sonrisa.

- Sabes que deberás matar o torturar si se te ordena, debes conservar tu vida, y recuerda que si no haces lo que se te manda, quien te torture seré yo, y conoces mi fama...

Elisea respondió a aquella afirmación con una sonora carcajada gutural.  Ascendió por toda su garganta y rebotó en los oídos de Isabel con total claridad. Esto enfureció más a la pequeña.

- ¿Por qué te ries?- preguntó con ira en los ojos.

- Porque crees que la única persona que tiene fama eres tú. ¿Realmente no me conoces?

Isabel no entendía aquel juego, y no estaba dispuesta a jugar por demasiado tiempo. Estaba contrariada porque no había conseguido el efecto deseado en Elisea. Debía encontrar algo que la hiciera tener miedo. Tenía que encontrarlo. Alguien era más manejable cuando tenía miedo, y ella era experta en crearlo. Elisea no le dio tiempo a seguir pensando, y habló de nuevo.

- Es una pena que alguien tan famoso como yo, y tu no me reconozcas, es una mueca para mi ego.- Acabó la frase con una carcajada pícara.- No se si podré soportar tal deshonor.

- No te conozco ni tengo interés. Y no sigas jugando, o verás mi poder. - pero la curiosidad pudo con Isabel...- ¿Quien eres?

- Me llaman Esea. Ahora si juzgo tu rostro, veo que sí has oído hablar de mi...

- ¡Es imposible! ¡Son solo cuentos!

- Si te refieres a las leyendas de Qantons y Zarium, son ciertas.

El rostro de Isabel se ensombreció. Había escuchado esas historias desde pequeña, su madre se las había contado. Era imposible que fuera ella. No podía ser...Elisea no le dio tiempo a seguir pensando.

Seguramente tu madre te habrá contado como escapé de la Cárcel De Piedra y como cada alma que se cruzó en mi camino probó el afilado sabor de mi espada. Puedes ser la siguiente que la pruebes, Isabel.

- ¿Por qué no salvaste a Guillermo si realmente dices ser quien dices?

-Todo personaje es prescindible mientras mi fama sea apagada poco a poco. Guillermo me sirvió para ocultarme de quien me busca, y podía seguir disfrutando de los caprichos del mundo con total tranquilidad. El pobre nunca supo quien era y porque estaba con él... Descanse en paz.

La pequeña no sabia que responder, podía haberse escapado cuándo hubiera querido y, sin embargo, seguía allí, atada y con hambre. No lo entendía.

- ¿Por qué no te has desatado y arrasado conmigo y con mi salvador?

- Realmente me gustan los desafios. Además, así puedo ser la pobre Elisea secuestrada. El día que te encuentren, yo saldré en libertad, y a ti puede que te ahorquen o te quemen viva, mientras yo disfrutaré de tu muerte con más deleite del que te produzcan mis muertes. Realmente...me gustan los desafíos.

3 comentarios:

  1. esperando el siguiente capitulo jje , que intriga ... =S

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  2. Hajkdhflsjknbdasljk!!! *------------------*
    Me encanta :D Elisea, Esea, es genial :) Su carácter me encanta. Es una chica dura y con mucho carácter. Ala, Isabel , a aguantarte ;)
    Me ha encantando :D
    ¡Quier más, más, más, más! oWo
    Sube pronto por favor :D

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  3. Ö Me encanta, como escribes y como enganchas al lector a más! Estaré atenta para continuar con esta historia un saludo^^

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