Resuenan Las Tormentas...

Resuenan las tormentas. El día se oscurece mientras yo planeo salir a las calles que me agobian. Parece que va a llover. Aun no lo se. Pero no me importa, resuenan las tormentas y el día de oscurece. Es el momento de salir y cumplir lo prometido. Parecen tambores de guerra que resuenan por encima de un mundo apagado, pero me calman. Esperan mi llegada, espero llegar. Parece que la lluvia quiere hacer acto de presencia, y la espero con ansia pues purifica mis pensamientos.

 Un viento frío cala hasta los mas duros huesos e invita a no salir. Invita a soñar bajo el calor de un hogar, pero no me importa pues mi hogar feneció en un pasado cercano. El abrigo me abraza y me protege de un frío que no siento. Aun así, salgo a esas calles que me agobian. Camino, con un rumbo fijo, sin rumbo en la vida. ¿Que me espera? No lo se. Puede que lo esperado y ansiado, puede que nada y vuelva decepcionado con un futuro que creí marcado.

 Surco las calles vacías a pesar de ser el amanecer de un día cualquiera. El sol no salió, no quiso despedir el otoño, tuve suerte que las tormentas acudieran en mi rescate. Forman parte de mi y de la potencia que guarda mi mente pero ya hoy nada tiene sentido. Un pasado, un Presente y un futuro marcado por los tambores de guerra que resuenan en el cielo. Lluvia, potencia, relax. Ya veo mi destino y voy a por el, con fuerza con poder, sin pensar en nada mas que aquello que fijó mi mente. 

Viene con fuerza, no podía ser menos. Saben que vengo, me esperan y le sonrió con franqueza. Hoy era el día y todo encaja cual simple rompecabezas. No se porque dudaba de que iba a pasar. La esperanza es lo ultimo que se pierde, o eso dicen porque la mía desapareció hace largo tiempo. Llego despacio, sin prisas. Miro alrededor y disfruto del perfecto paisaje. Si existen los dioses, hoy crearon el día perfecto. Sin pensar en nada mas mi pie resbala del mundo y todo encaja. Simple. Perfecto. Las tormentas resuenan de nuevo. Mi día se oscurece para siempre.