Opinión: Pasarela a la muerte
En una sociedad de alto consumo y en el que los cánones de belleza cada vez son más débiles, las grandes cadenas de ropa se aprovechan de la situación imponiendo unos parámetros de estilo y peso casi asfixiantes, lo que hace que, prácticamente, todas las chicas de hoy día sufran por subir un par de tallas. Y nadie tiene la culpa salvo las cadenas que hacen lo impensable por hacer que una 34 o una 38 sea cada vez más pequeña en cada nueva temporada.
Y no es culpa solamente de las cadenas sino de las firmas de moda, que exigen una máxima talla que muy pocas chicas pueden conseguir y que, lleva a la depresión y bulimia a millones de modelos que solo quieren disfrutar de su sueño y de su pasión. Pero ese sueño se destroza cuando ven la realidad de la moda. Una realidad podrida por ir apretando el cinturón a las jóvenes de hoy día.
Y es que seamos sinceros, las mujeres son las más sensibles a la moda y las que más disfrutan con ella. Los hombres, en términos generales, pasamos más de las novedades y de las tallas, aunque cada vez somos más los que apostamos por apretar el cinturón y ponernos guapos para la moda actual.
La pasividad de los medios de comunicación ante esta salvajada es sorprendente. Ninguno dice nada ya que tiene la boca callada con dinero, ya que las grandes empresas invierten muchísimo en publicidad, mientras las chicas hacen lo imposible por seguir entrando en la 34 que han tenido siempre y que hoy día, según las cadenas de ropa es una 38 y el año que viene será una 42.
Foto de Internet. Talla 40 en tres pantalones con una diferencia de 6 centímetros.
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¿Qué podemos hacer?
Realmente no tengo la solución ante esto pero si es cierto que va siendo hora de que la sociedad se alce ante estos cánones abusivos que imponen. Depresiones, bulimias, suicidios... Esta es otra lacra que se silencia ante los problemas políticos de la sociedad y que nadie, al menos a simple vista, hace nada por remediarlo. Millones de chicas comienzan a pasear por la pasarela de la muerte ante la impotencia de su familia, y todo por ser guapa dentro de los cánones de Zara, Berskha o Pull & Bear.
¿Merece la pena morir por ser "guapa"?
Yo personalmente, opto por una frase que vi en la red social Facebook hace unos días.
"Déjate de tonterias, come y disfruta. Tallas hay muchas pero vida solo hay una"
Como nota adicional, os pondré un pasodoble del Carnaval de Cádiz en el que mi autor favorito dedica una letra brutal a este problema que sufren muchas chicas con tal de entrar en los cánones de belleza de la sociedad.
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