Opinión | Eufemismos

Nos hemos convertido en una sociedad que utiliza los eufemismos para tapar nuestras propias vergüenzas. Los medios de comunicación utilizan el lenguaje para poner en conflicto personas o grupos que no deberían estarlo para intentar que, con éxito, todo sea dicho, nos centremos en nimiedades y no veamos el gran problema de fondo que existe. Ahora los radicales son personas que luchan por sus derechos, como la reciente manifestación sobre la sanidad en este país. Ahora los fascistas y neonazis son simpatizantes de la bandera española. Ahora los inmigrantes que vienen en busca de un futuro no vienen en patera, vienen en cayuco, como si no significaran casi lo mismo. 

El problema llega cuando nos creemos las noticias sin contrastarlas. Nos hemos acostumbrado, ante la ingente cantidad de noticias que nos llegan, a seleccionar según el titular y a quedarnos con él, sin la más mínima intención de leer el artículo o de ahondar si es verdad lo que dice o no. Sesgamos y opinamos de cosas basándonos en que los medios de comunicación no nos mienten. Pero lo hacen. Son condenados a rectificar por noticias falsas o que lleven a la confusión pero no lo hacen. Y si lo hacen no se nota. No puedes poner una noticia a triple página hablando sobre un tema para que, cuando te condenen por ser noticia falsa tu rectificación sea un simple pie de página en las necrológicas. 

Nos hemos acostumbrado a los eufemismos, hasta nos gustan. Nos hacen sentir bien. Entendemos que hay problemas mayores y que, si los simpatizantes de la bandera española salen a apalear a personas que se manifiestan, es por el bien del país, ¿o no?. No nos cuentan las dos versiones del cuento. Si quieres saberla tienes que buscar entre la censura de las redes sociales, la horda de fans de cierto sector político y forma de pensar que te ataca casi en manada si te sales del redil. El problema está en que nos conformamos con lo que nos dan. No vamos más allá. Y ahí fallamos todos. 

Fallan los medios de comunicación intentando que pensemos diferente a como lo hacemos porque no les conviene, fallamos nosotros por creernos lo que nos cuentan si apenas cuestionar el discurso que nos entregan en bandeja de plata. Si estás leyendo esto, investiga, no te quedes con la primera noticia que veas e intenta comprobar si es verdad o no. Lo más seguro es que te lleves una sorpresa y encuentres cosas que no esperabas. Si el periodismo no hace su trabajo, al menos, no dejen que te engañen.