La Princesa De Luz, Amanecer

Tras escuchar aquella voz, se quedó parada unos segundos. Recordaba esa voz de cuando era pequeña y le arropaban con esa frase cada noche durante nueve largos años. La paz se volvía a apoderar del cuerpo de su cuerpo, y las pequeñas luces emergieron de nuevo al horizonte, haciendo que sus pasos continuaran en ese sentido.

No sabía a ciencia cierta que hora era, pero estaba segura que no quedaba más de un par de horas para que el sol despejara el camino de los bosques y pudiera ver mejor. Un búho se escuchaba a lo lejos, mientras el movimiento de algunos pequeños animales, hacían que el silencio no fuera absoluto. No le daba miedo los animales, ya que vivía en el campo, y sabía como debía tratarlos. Siguió caminando durante largo tiempo hasta que escuchó algo que sabía que no pertenecía a los animales.

Pequeños crujidos de madera iban lentamente acercándose hacia su posición. Ella comenzó a tener miedo, y antes de que la encontraran, así pues, se escabulló entre los arbustos, y esperó a que aquella persona, o personas, pasaran y la dejaran ir hacia aquellos puntos de luz que tanto la llamaban. Dos personas se acercaban con dos antorchas encendidas, uno era una hombre corpulento, ataviado con una espada en la mano, la segunda era una mujer con el pelo largo moreno, y un traje negro como obsidiana. Se pararon frente al arbusto donde la pequeña estaba escondida para no se descubierta.

- Estoy segura que la he visto por aquí, además escuché hace una hora su voz, tenemos que encontrarla, no puede escaparse.- comentó la mujer con el traje.

- Si, tenemos que encontrarla, pero no da señales de vida. No se nos puede escapar más veces, antes estuvimos apunto de atraparla, pero aquellas malditas ráfagas de viento nos lo impidieron, seguiremos andando un poco más, a ver si escuchamos pasos o algo parecido.

Los dos asintieron y tras mirar a ambos lados siguieron su camino. Ella, mientras tanto, esperó unos minutos a que ya no se escuchara ningún ruido. Emergió de entre las sombras y se quedó parada en el camino. ¿Quién la estaba buscando?, ¿para qué?. No sabía que estaba pasando realmente, pero no podía dejar de sentir aquella fuerza que le proporcionaba aquellas luces. Estaba un poco confusa y no sabía que hacer.

No tenía pensado regresar, quería saber hacia donde le llevaban aquellos puntos de luz, así que, se encaminó de nuevo hacia el norte. Pasada una hora más, se comenzó a dar cuenta que el sol comenzaba a dar señales de vida. Cada minuto que pasaba, aquella sensación de paz se iba desdibujando en el fondo de su corazón, no sabia el motivo. Alzó la mirada y notó como los puntos de luz iban desapareciendo. Comenzó a tener miedo. No sabía porque aquella paz la abandonaba sin remedio.

 Pasaban los minutos y el sol iba ocupando toda la luz, y cuando se dio cuenta aquella sensación de tranquilidad había desaparecido por completo. Tenía la necesidad de gritar, de hacer que volviera, pero no sabía como, pero antes de que pensara hacer algo, un golpe seco hizo que se tambaleara un poco, y tras unos segundos en el aire, su cuerpo cayó como un peso muerto, dejando todo a su alrededor vestido de negro.

6 comentarios:

  1. ¿Me vas a dejar así? Quiero más! seguro que han sido esos dos quienes la han golpeado ¬¬ xDD siguientee!

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  2. M eencanta la verdad siempre dejas con la intriga maestro!^^

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  3. quiero mas ¬¬ asi que ve subiendo ya nuevooooooo no me puedes dejar asi ¬¬ malajeeee

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  4. O dios! No lo había leído! ^^
    Me encanta! Quiero que subas el siguiente! Por cierto he leído "Sentimientos y Silencios" la última frase me encanta. GRAN VERDAD :)
    Me encantas!

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  5. Guau como mola. Seguro que la de negro es una gobernanta a las órdenes de una malvada anciana muy rica que quiere usar a la niña para sus pérfidos propósitos.

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