Voces Muertas, Carta Y Silencio
Miriam salió disparada hacia su padre, el cual yacía sobre la mesa del salón. Intentó ver si aún respirada, pero al ver que su cuerpo no tenía reacción alguna, las lágrimas de Miriam comenzaron a brotar invadiendo sus ojos y sus mejillas. Jose fue a abrazarla, pero ella rehusó su abrazo con un brusco movimiento. No quiso forzar la situación y fue a por fósforo para encender las velas, ya que las lámparas estaban inutilizables.
Tras encender un par de velas y repartirlas por toda la estancia, la luz fue cobrando importancia en la sala. Miriam no se separaba de su padre, no admitía que no volvería a estar con ella, abrazándola. Jose, en cambio, estaba tirado en el sofá, abatido, mientras reposaba la cabeza sobre la mano izquierda. Desde el fondo de la estancia comenzaron a llegar pequeños pasos, rápidos. Miriam no se dio cuenta hasta que estaban casi en el salón, segundos después alzó la mirada y miró a la puerta.
Arabia estaba mirando a su madre con cara de terror.Estaba realmente asustada. Su madre saltó como un resorte y fue a su lado, notó que estaba temblando.
- ¿Estás bien cariño?
- Si mamá, he hablado con Sofia.
- ¿Con Sofía carño? Ella ya no está con nosotros.
- Si está mamá. He hablado con ella en el cuarto.
- ¿Qué te ha dicho?
- Que subas mamá, te está esperando...
Miriam, al escuchar aquella invitación no lo pensó dos veces, subió los escalones de dos en dos, y dejó a su hija con su padre. Al subir a la primera planta pudo percibir el olor que siempre desprendía su pequeña. Se dirigió al cuarto de su pequeña. Abrió la puerta y una ráfaga de viento gélido inundó su cuerpo. La dejó sin respirar por unos segundos, para luego hacer que su cuerpo se relajara en demasía.
Se sentó en la cama, como si esperara que su hija comenzara a hablar, mientras, se puso a ver el cuarto de su pequeña Arabia. Una brisa de aire comenzó a girar por la habitación. Miriam entendió que había llegado, no quiso forzar la situación, así que siguió esperando. Un pequeño halo de luz fue emergiendo de entre las cortinas, sabía que no debía tener miedo, y no sabía porque, pero cada vez estaba más relajada. La silueta de su hija emergió desde el suelo hasta quedar frente a ella. Miriam miró a los ojos azules de su pequeña, eran diferentes, parecían que albergaban dolor y rabia, seguramente había sido su tío el que le había inculcado aquello, pensó Miriam. Se quedó unos segundos mirándola, la echaba de menos, pero Sofía comenzó a hablar.
- Mamá, Roberto me ha contado todo lo que pasó aquel día.- comentó con una voz de niña muy fina.
- Seguro que te ha mentido cariño, sólo sabe mentirte- comentó su madre con miedo en la voz.
- Eso pensé yo, pero hay cosas que tito no sabe...y yo sí.
- ¿Qué sabes cariño? Cuéntaselo a mamá.
- Se la verdad de la muerte de tito.
- Tu padre no lo lanzó por el barranco cariño, sólo se resbaló y cayó, fue un accidente.
- No mamá, la verdad, no lo que sabe Roberto, la verdadera verdad.
Miriam se quedó callada. No sabía a que se refería. Sabía lo que le había contado su padre y su marido. No conocía otra verdad. No le dio tiempo a seguir pensando, su pequeña volvía a hablar.
- No puedes engañarme mamá, me dirás muchas cosas pero ya no soy una niña.
-¿Que no eres una niña? Si tienes ocho años cariño...
- No podrás engañarme como hiciste con papá....
La sombra de Sofía se fue desvaneciendo poco a poco hasta esconderse por toda la habitación. Una ráfaga de aire inundó la estancia y Miriam no pudo aguantar la potencia del viento y cayó al suelo. Al intentar levantarse pudo ver algo que no esperaba. Debajo de la cama de su pequeña había algo, se quedó paralizada al ver la carta. ¿Cómo podía estar allí? Aquella carta fue destruida, ella misma lo hizo. Un escalofrío recorrió su nuca, mientras una frase resonó por toda la habitación, dejándola aterrorizada.
- No podrás engañarnos más...pronto la verdad será descubierta.
Tras encender un par de velas y repartirlas por toda la estancia, la luz fue cobrando importancia en la sala. Miriam no se separaba de su padre, no admitía que no volvería a estar con ella, abrazándola. Jose, en cambio, estaba tirado en el sofá, abatido, mientras reposaba la cabeza sobre la mano izquierda. Desde el fondo de la estancia comenzaron a llegar pequeños pasos, rápidos. Miriam no se dio cuenta hasta que estaban casi en el salón, segundos después alzó la mirada y miró a la puerta.
Arabia estaba mirando a su madre con cara de terror.Estaba realmente asustada. Su madre saltó como un resorte y fue a su lado, notó que estaba temblando.
- ¿Estás bien cariño?
- Si mamá, he hablado con Sofia.
- ¿Con Sofía carño? Ella ya no está con nosotros.
- Si está mamá. He hablado con ella en el cuarto.
- ¿Qué te ha dicho?
- Que subas mamá, te está esperando...
Miriam, al escuchar aquella invitación no lo pensó dos veces, subió los escalones de dos en dos, y dejó a su hija con su padre. Al subir a la primera planta pudo percibir el olor que siempre desprendía su pequeña. Se dirigió al cuarto de su pequeña. Abrió la puerta y una ráfaga de viento gélido inundó su cuerpo. La dejó sin respirar por unos segundos, para luego hacer que su cuerpo se relajara en demasía.
Se sentó en la cama, como si esperara que su hija comenzara a hablar, mientras, se puso a ver el cuarto de su pequeña Arabia. Una brisa de aire comenzó a girar por la habitación. Miriam entendió que había llegado, no quiso forzar la situación, así que siguió esperando. Un pequeño halo de luz fue emergiendo de entre las cortinas, sabía que no debía tener miedo, y no sabía porque, pero cada vez estaba más relajada. La silueta de su hija emergió desde el suelo hasta quedar frente a ella. Miriam miró a los ojos azules de su pequeña, eran diferentes, parecían que albergaban dolor y rabia, seguramente había sido su tío el que le había inculcado aquello, pensó Miriam. Se quedó unos segundos mirándola, la echaba de menos, pero Sofía comenzó a hablar.
- Mamá, Roberto me ha contado todo lo que pasó aquel día.- comentó con una voz de niña muy fina.
- Seguro que te ha mentido cariño, sólo sabe mentirte- comentó su madre con miedo en la voz.
- Eso pensé yo, pero hay cosas que tito no sabe...y yo sí.
- ¿Qué sabes cariño? Cuéntaselo a mamá.
- Se la verdad de la muerte de tito.
- Tu padre no lo lanzó por el barranco cariño, sólo se resbaló y cayó, fue un accidente.
- No mamá, la verdad, no lo que sabe Roberto, la verdadera verdad.
Miriam se quedó callada. No sabía a que se refería. Sabía lo que le había contado su padre y su marido. No conocía otra verdad. No le dio tiempo a seguir pensando, su pequeña volvía a hablar.
- No puedes engañarme mamá, me dirás muchas cosas pero ya no soy una niña.
-¿Que no eres una niña? Si tienes ocho años cariño...
- No podrás engañarme como hiciste con papá....
La sombra de Sofía se fue desvaneciendo poco a poco hasta esconderse por toda la habitación. Una ráfaga de aire inundó la estancia y Miriam no pudo aguantar la potencia del viento y cayó al suelo. Al intentar levantarse pudo ver algo que no esperaba. Debajo de la cama de su pequeña había algo, se quedó paralizada al ver la carta. ¿Cómo podía estar allí? Aquella carta fue destruida, ella misma lo hizo. Un escalofrío recorrió su nuca, mientras una frase resonó por toda la habitación, dejándola aterrorizada.
- No podrás engañarnos más...pronto la verdad será descubierta.
Cada día te superas mas con cada entrada, dejas a la gente en intriga, con misterio de que pasara...Nos dejas con ganas de leer mas...Y siempre acompañado en cada entrada con esta música que te ayuda tanto...Muy buen trabajo sigue así :)
ResponderEliminarY la cosa que continúa complicándose, a ver qué nos depara la próxima.
ResponderEliminarHmm esto creo que dice mucho de la historia... menudo giro tan radical ! xD
ResponderEliminarMe gusta !! =)
Saludos.
Que fuerteeeeeeeeee!!! Para mi que al final la hija puta va a ser la madre...y yo que me imaginaba al padre como un cabrón!!! Qué fuerte bebexito!!! Eso sí bebexito :) quiero que escribas ya mismo(bueno ahora no porque estas conmigo jejeje)toda la historiaaaa!! T´amooooooo cariñoooooooo<111
ResponderEliminarostrassssss que pasada de capiiii *0* quiero saber ya la verdadera verdad que estara pasando que sabra la niña? uyyyyy yo quiero el proximo yaaa!!!
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