La Princesa De Luz, Recuerdos De Familia
Se quedó pensando en aquella frase. "Recorrer el mundo". Le encantarÃa realmente pasear por todo los continentes de mano de aquellas luces que no emergÃan desde hacÃa dos noches. Estaba algo preocupada, habÃa salido de su casa, y tras abandonar a su padre, se adentró en el bosque sin saber porqué, y ahora estaba en aquella gran ciudad, rodeada de murallas y con muchas ganas de explorar todas las calles de la misma.
Aquel hombre que hacÃa de su padre, le ordenó que le ayudara a descargar varios paquetes. Ella, le preguntó.
- ¿Cómo te llamas? Es para llamarte de algún modo, porque padre ya tengo.
- Me llamo Guillermo. No pretendo ser tu padre, pero recuerda que para todos lo soy, y debes tenerme respeto en público.
- De acuerdo Guillermo.Prometo tenerle respeto, al igual que espero el suyo hacia mÃ.
- Lo tendrás. Ahora ayúdame con los paquetes.
Se acercó obedientemente y comenzó a ayudarle a bajarlos todos. Tras ayudar a Guillermo, se quedó mirando a aquella mujer que afanaba en poner todos los artÃculos meticulosamente sobre el paño verde que estaba sobrepuesto en la mesa de madera. Se acercó hacia ella y le preguntó si podÃa ayudarle a colocar, a lo que ella asintió con una leve sonrisa.
Pasó una hora hasta que tuvieron el puesto listo, y tras un leve tirón de sábana, el puesto quedó abierto al público. Aquella mujer, se agachó y le susurró al oÃdo.
- Si alguien te pregunta por algún precio, dame un tirón de la falda, que nadie lo note, y me giraré para ayudarte. Poco a poco te irás adaptando a esta forma de vivir.
- Vale.- terminó con el mismo tono de voz de ella, y con una sonrisa.
Distintas personas se fueron acercando al puesto para ojear los productos expuestos. Varias personas preguntaron por un frasco de color ocre, y ella tras un leve tirón de falda, aquella mujer le resolvió aquella duda con el precio. Tras resolverlo, le preguntó que era aquel frasco por el que tanto preguntaban.
- Es esencia de Mercurio, mezclada con canela. Es un potente afrodisÃaco para las noches de pasión, por ello, además de ser tan caro, es muy solicitado, y su precio son cuatro reales.
Ella se quedó fascinada ante aquel pequeño frasco. Durante la siguiente media hora, cada vez que alguien le preguntaba por el mismo frasco, se reÃa levemente tras decirle el alto precio. Las personas no entendÃan su risa ante aquella pregunta, pero nadie se atrevió a preguntarle.
Pasaron varias horas hasta que el sol comenzó a ponerse tras las murallas de la ciudadela. Guillermo y las dos mujeres comenzaron a recoger todos los artÃculos y a guardarlos en papel para el dÃa siguiente. Echaron por encima del puesto varias sábanas para tapar todo y que no cogieran polvo. Los tres se metieron en el carruaje que estaba a varios metros del puesto. Entonces Guillermo comenzó a hablar.
- Ha sido un dÃa muy fructÃfero, y nuestra nueva hija pequeña ha realizado un trabajo encomiable. Asà pues, gracias por este dÃa, pequeña.
- Gracias a vosotros por acogerme como vuestra pequeña hija.- y mirando a aquella mujer, dijo- y sin ti, no hubiera acertado a responder a los clientes.
- Era tu primer dÃa, poco a poco irás aprendiendo, y asà podrás recorrer el mundo con nosotros.
Aquel gran hombre salió para guardar las ganancias en lugar seguro.Mientras tanto, ella seguÃa fascinada con aquella mujer, pero se dio cuenta que no sabÃa su nombre.
- ¿Cómo te llamas, mujer?
- Elisea.
- Bonito nombre, Elisea.
- Recuerdos de familia, mi madre y mi abuela se llamaban igual, y lo llevo como un homenaje a ellas.
Tras esto, se giró y comenzó a ayudar a Guillermo. Era una gran mujer, lo sabÃa, pero habÃa algo en aquella mujer que le fascinaba.No acertaba a saber que era. Se tendió en las mantas que habÃa en el carruaje. Se quedó mirando aquellas estrellas con aquel nombre en la cabeza...Elisea. Pero luego habÃa dicho una frase que le hacÃa pensar. Recuerdos de familia, y se durmió pensando que ella no tenÃa el honor de llevar como recuerdo, el nombre de su madre.
*Nota: El contenido del frasco es ficticio, y por lo tanto no pertenece a ningún afrodisÃaco.
*Nota: El contenido del frasco es ficticio, y por lo tanto no pertenece a ningún afrodisÃaco.
Muy bueno este capÃtulo Jesús, lo del frasco de afrodisÃaco debe de ser la última de la gran lista de nombres que se han dado a ciertos remedios para la pasión jjeje. En cuanto al final, la chiquilla parece que está en buenas manos. Un dato curioso que ella no lleve el nombre de su madre como lo lleva Elisea.
ResponderEliminarRealmente Geeeenial!! (:
ResponderEliminaresta muy bien como siempre jeje me encanta :)
ResponderEliminarWow este capÃtulo ha sido precioso. Creo que es de lo mejor que he leÃdo por aquÃ!! =)
ResponderEliminarEstá genial :)
ResponderEliminarMuy bien...ya lo sabes jaja ..Sigue escribiendo con el corazón, un abrazo :)
ResponderEliminarUn saludo de Carlo Garcia
se k un poko tarde lo e leido jeje aunke es cuando puedo =$ , m a gustado mucho y eso si , respecto a lo del frasco me a echo un poko de gracia jaja porke eso se sabe k no existe ese tipo de afrodisiaco aunke esta bien si alguien tiene alguna duda jaja =P , en fin sigue asi jesus , lo estas aciendo genial =) un abrazo tio ^^
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