Saltos al vacío
Antes jamás salté. Antes jamás pensaría que saltaría. Y salté, salté al vacío de tantas posibilidades pero no tenía miedo, pues al fin tenía a alguien que me acompañaría de verdad si me caía. Gracias a ti vencí unos cuantos miedos, unos tontos, otros no tanto, al menos para mí y mi forma de ver la vida. Contigo cumplí muchos sueños, pequeños, grandes y medianos, contigo era feliz yendo de la mano por cualquier calle, por cualquier rincón, porque sabía que contigo a mi lado me daba igual lo que viniera pues tenía conmigo a lo más bonito.
Contigo cumplí pequeños sueños pero muy importantes, contigo disfruté y liberé mi forma de ser ya que aquí no podía, o no quería, o no me dejaban. Contigo salté y cambié de aires, me embarqué en algo que ambos preveíamos imposible, un salto demasiado grande para lo que llevábamos, y saltamos al vacío, lo hicimos juntos, de la mano, sin miedo al resultado porque dentro de nosotros, sabíamos qué pasaría. Momentos duros fuera de casa, de mi zona de bienestar y tú me ayudaste a descubrir millones de cosas que únicamente imaginaba. Gracias por ayudarme a sortear cada obstáculo, gracias por acompañarme en los malos momentos, y en los buenos, y en los medianos. Gracias por ir creando pequeñas islas de luz entre tanta oscuridad, gracias por romper las cadenas.
Hoy tenemos una fortaleza, quizás no es la mejor del mundo, ni la más fuerte, pero tampoco es la peor ni le tiemblan los cimientos. Comenzamos a construir con esmero, con cariño, con tranquilidad, o no, pero yendo muy seguros de lo que queríamos y queremos conseguir. Hoy día esa oscuridad desapareció, esas pequeñas velas en un oasis negro fueron creando pequeños saltos al vacío, saltos en los que íbamos de la mano, porque de tu mano volvería al Infierno de nuevo por tal de que me volvieras a salvar.
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