1826
1826 y seguimos contando.
Aún recuerdo en el tiempo que pensábamos que estar juntos y hacer cosas normales era una quimera. Hoy sé que toda aquella espera mereció la pena. Hoy sé que necesito estar contigo para seguir mejorando, para seguir paseando por esta vida llena de espinas. Hacía tiempo que no era feliz, estaba inmerso en una oscuridad en la que me había acomodado y me gustaba. Tu conseguiste destruir unos muros que parecían inexpugnables hasta para mi mismo. Necesitaba que fueras tu quien lo hiciera.
Hoy sé que toda aquella espera mereció la pena.
Hoy llevamos esa vida normal que queríamos vivir. Todo evoluciona, todo cambia, pero ese sentimiento del principio sigue intacto. Enamorado de ti desde aquel primer dieciocho en el que nos atrevimos a iniciar un camino que sabíamos era casi imposible. Para nosotros no existen los imposibles, lo hemos demostrado. Lo seguimos haciendo hoy día. Hemos pasado de la nada al todo y nada ha cambiado, todo ha evolucionado de la forma más perfecta. Contra viento y marea, contra océanos y malos momentos, tú has seguido ahí aun cuando no tenías que estar. Aun cuando no era yo el que merecía tu ayuda.
Hoy sé que toda aquella espera mereció la pena.
Hace tiempo que sé que este es el camino correcto, que tu eres quién me guía, quien me ayuda, la vida perfecta que quiero vivir, tú eres parte de ella porque tu eres ella, tú complementas mi personalidad, tú me ayudas a ser mejor, tú combates esos propios demonios que a veces salen a pasear. Nos complementamos, nos ayudamos, mejoramos juntos cada día. Prometo no soltarte de la mano. Gracias por estar ahí cada día, sobre todo en los últimos tiempos donde la vida parecía derrumbarse por todos lados. Tú confiaste en mí cuando yo no sabía qué era eso. Estuviste ahí cuando me caí y me ayudaste a levantarme. Hoy duermo a tu lado, siento tu respiración por las noches, siento que no me pasará nada si estás ahí.
Hoy sé que toda aquella espera mereció la pena.
Dicen que se sabe al momento que has conocido a la persona elegida, a la persona con la que compartirás toda una vida. Yo lo supe antes de conocerte. Conoces aquella historia. Ahora sé que tus pasos son mis pasos. Estaré ahí cuando lo necesites, para cuidar de tus sueños y levantarte cuando caigas. Hemos superado un océano, hemos superado los obstáculos y hemos triunfado. Cada vez que te miro sonrío, cada vez que te miro pienso lo afortunado que soy, cada vez que estoy a tu lado sé que te quiero, y que te querré por siempre. Siempre a tu lado y tú junto a mi, ¿recuerdas?
Hoy sé que toda aquella espera mereció la pena.
Nunca me rendiré en la vida si tú me empujas, si tú me acompañas. Hace tiempo que sé lo que significan palabras que antes no sabía que existían. Bien lo sabes. Combatiste mis miedos cuando yo me revolvía entre ellos. Me has hecho evolucionar de una forma que no imaginaba. Te pido perdón por todo, por mis malos momentos, por mis caídas y por no querer levantarme. Por sentirme bien en la tristeza y el derrotismo. Tú sacaste de ese pozo algo que yo no quería ver. Me has descubierto a mi mismo. Iré donde quieras siempre que no me sueltes la mano.
1826 y seguimos contando.
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