La Bogeria del Cine | Nicky, la aprendiz de bruja

  Título: Nicky, la aprendiz de bruja

Director: Hayao Mizayaki

Año: 1989

País: Japón

Duración: 101 minutos

Presupuesto: ¥800,000,000
 
Recaudación: $10,151,019 




_SINOPSIS_
 

 Con Kiki es una joven bruja de 13 años, en periodo de entrenamiento, que se divierte volando en su escoba junto a Jiji, un sabio gato negro. Según la tradición, todas las brujas de esa edad deben abandonar su hogar durante un año para saber valerse por sí mismas. Así, ella descubrirá lo que significa la responsabilidad, la independencia y la amistad. 


 _OPINIÓN PERSONAL_ 

 

Nicky es una joven bruja que tiene todas las ganas de disfrutar del mundo y de sus habilidades. Si bien debe esperar a los 13 años para independizarse y demostrar, a ella y sus padres, que está lista para vivir sola sin la ayuda de nadie. Poco tarda en darse cuenta que es mucho más complicado de lo que parece. Pese a todo, encuentra la ayuda perfecta en una pastelería para poner en práctica todo lo que está deseando probar y descubrir a su edad. Ghibli lo vuelve a hacer y nos entrega una nueva película que recordaremos por mucho tiempo aunque, en mi caso, está entre las peores del Studio, lo que dice mucho y bueno del brutal nivel que ha tenido durante estas décadas.
 


Todas las películas de Ghibli rondan, casi siempre, las mismas enseñanzas para el público. La responsabilidad sin dejar de lado la amistad vuelve a enmarcar esta historia. Ya vimos estas mismas cualidades en personajes de otras películas, como las hermanas que cuidaban la casa mientras conocían a Totoro, por ejemplo. Aquí la responsabilidad recae sobre ella misma y su constancia y la determinación con la que intenta que nada se caiga de esa frágil balanza con la que intenta que todo esté compensado. Eso dura poco, menos aún sabiendo que Nicky, con 13 años, se volverá loca con cada mínimo problema que tenga o crea que puede venir. 



Mizayaki vuelve a demostrarnos su valía y su cariño a los personajes que nos presenta. Una cinta que, a pesar de sobrepasar por poco la hora y media, nos hace enamorarnos de Nicky y su complicada vida, además de conocer, y adorar, a cierto gatito que intenta que todo se enrede un poco más, si es posible. No todo es la protagonista ya que, por ejemplo, los dueños de la pastelería nos dan buenos comentos de comicidad que alivian un poco la carga dramática que toda película de Ghibli ha tenido hasta este momento. A pesar de todo, en mi opinión, no llega a alcanzar el clímax de otras cintas del estudio. 



En definitiva, Nicky, en la versión española, nos entrega a una bruja entrañable con la que empatizamos al momento pero que no termina de llegar a ese final satisfactorio que podría haber tenido. Suele perderse en algunas historias y momentos que no aportan mucho y es por eso que no termina de ser tan redonda como sus predecesoras. Aún así, no es una película mala ni mucho menos y nos encontramos ante una historia muy bien contada, y dibujada, por un estudio que, pese a todo, nos sigue entregando historias memorables y en este caso, casi, memorables. 

_VALORACIÓN_  

 

 7,5

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