Bajo Mínimos...

Tras ponerme de pie vuelvo a agachar la cabeza, miro al silencio y con una sonrisa enigmática me abandona en un día donde más lo necesito. Supongo que es así como debe ser y que, tras seguir soñando durante tan poco tiempo la realidad regresa para hacerme caer al suelo, rompiendo en pedazos aquella locura que navegó demasiado tiempo dentro de mi, y hoy la despido con la fiel compañía de la soledad a mi lado.

Pocos me conocen, pocos quiero que me conozcan, no quiero que sepan la verdad de una existencia que desaparece poco a poco sin miedo a nada, y con ganas de todo. Dicen que hay cosas que son imposibles, dicen que hay instantes en los que tienes que parar y dejar ir a quien de verdad merece la pena, dicen tantas cosas que no se que pensar... Sólo se que hay alguien mejor que quien te escribe para que lo intentes. Espero que estas palabras sean poco leídas y que nadie navegue por estas ideas que desaparecerán una vez escritas.

Se que estoy bajo mínimos... se que no merezco demasiado más que a la soledad, que es la única que me entiende y nunca me abandonará, ella que aguanta mis peores momentos y ella que, después de todo, valora lo que hago cada día por no caer de nuevo. Y caí, caí sin saberlo y hoy día me estoy perdiendo en un océano que se me antoja demasiado grande, demasiado profundo, demasiado sincero. Nadie sabe a quien va estas palabras, ni yo mismo lo se, lo único que entiendo es que llegado el momento y que todo quebrará un silencio, un instante perfecto y todo se vendrá abajo...

Estoy perdido, hacía años que no estaba así, y si, se que con una simple sonrisa tuya todo se esfuma de repente, ¿pero estarás dispuesta a sonreírme cada día? ¿Merecerá la pena aguantar a este pobre bufón que navega perdido? ¿Sin ser nada llegaré a ser alguien para ti?

Tanto que responder y yo sin fuerzas para preguntar...