No Me Dejes Nunca

Hay momentos en la vida en el que la necesitamos, quieras o no, siempre hay segundos, momentos, instantes en el que necesitas estar frente a ella, desafiante, esperando a que te tiente y luchar por no caer en ella. Yo llevo demasiadas batallas perdidas frente a ella, demasiadas...

Ella que estuvo ahí en los malos momentos, en los buenos, en aquellos instantes en el que me recordó quien soy y no dejó que me llevara la locura del momento. Ella quien centró las bases de quien soy hoy. Fueron tantas horas contigo, tantas noches en vela contando mis secretos mas profundos, que jamás me olvidaste. Jamás te escapaste por la ventana cuando más te necesitaba.

Los recuerdos fueron tan vivos, tan crueles que ciertas veces no me dejaban respirar, no me permitían avanzar y desechar aquel pasado que nunca debió existir. Aquellos años que fueron de locura innecesaria y que, aunque no me arrepienta en su totalidad, me dio para demostrarme la verdad. Volviste a mi a recordar grandes recuerdos, noches hasta la madrugada intentando saborear tu compañía. Me diste tanto y por eso hoy te rindo honor a aquel tiempo en el que fui feliz a tu lado.

Y hoy que regresas a mis noches, a mis recuerdos, a mis silencios, quiero darte las gracias por aquellos momentos y pedirte que aunque venga alguien que me haga temblar, que me haga sentir de verdad, y no tristes sucedáneos, quiero pedirte que no me dejes nunca, Soledad.