Entrevistas: Roberto López- Herrero, Escritor Normal
Lo primero agradecerte que aceptaras la entrevista y darnos parte de tu tiempo. Lo segundo es que la aceptaras con un servidor. Roberto López-Herrero es un periodista que trabaja actualmente en Onda Cero, además es escritor de relatos y una novela “Normal” que acaba de salir con Suma De Letras.
¿Cómo ves tu profesión actualmente? ¿Tiene futuro con una Ley Mordaza?
Vaya pregunta para empezar… Hay enormes profesionales trabajando hoy en día y otros que están en paro y por desgracia hay mucho cretino y cretina indocumentada firmando artículos que solo buscar generar tráfico a una web porque tiene muchos seguidores en una red social. Como siempre hay medios que están a favor de determinados partidos o grupos de presión, hay medios que protegen a determinados intereses económicos y, afortunadamente, hay medios donde los periodistas pueden ejercer su labor sin injerencias. Respecto a la Ley Mordaza no le doy mucho tiempo de vigor, es tan absurda y bochornosa que caerá, seguro.
¿Cómo fue empezar en el medio?
Con dieciséis añitos… Han pasado casi treinta años. Era más afición a la radio que ganas de ser profesional pero me fui metiendo, fui aprendiendo muchísimo (y lo que me queda) y cuando me quise dar cuenta ya era mi profesión. Recuerdo que mientras muchos amigos míos se iban de copas, yo me iba a una radio local. Era un sistema mejor para ligar, porque dedicabas un par de canciones y la chica estaba en el bote. (Risas) No, en serio, la Radio ,así con mayúsculas, ha sido una adicción maravillosa para mí. Luego he tonteado con la tele, pero la Radio es mi pasión.
¿Fueron duros los comienzos?
No, fueron muy inocentes, muy en plan “me gusta la radio, me lo paso bien, aprendo… Voy a seguir otro mes”. Lo duro fue cuando empecé a estudiar Veterinaria, carrera que no acabé porque me fui a Periodismo, porque echaba mucho de menos tener más tiempo para la radio. Al final todo encajó y pude seguir con mi pasión.
¿Pensaste que acabarías donde estás, rodeado de grandes?
Sí. Puede sonar a fantasmada, pero sabía que iba a estar en Primera División por muy difícil que fuese. He trabajado con Luis del Olmo, el Maestro, con mucha gente de altísimo nivel… Y ahora estoy con Juanra Lucas, que ha demostrado ser el relevo generacional de los Luises, Iñakis, Carlos y demás. Sabía que o acababa con los mejores o me tendría que dedicar a otra cosa.
Te embarcaste a la literatura, ¿cómo fue la decisión?
Fue una necesidad. Estuve en paro año y medio y me salía la creatividad por las orejas. Una noche recordé un tuit muy absurdo que decía “Me dice mi editor que no se vende mi novela de misterio e intriga ‘Antonio mató a Luis en la cocina con un hacha porque le debía dinero’” y empecé a imaginarme una novela con este título tan absurdo y tan spoiler… Me levanté, empecé a escribir y desde entonces no he parado.
¿De qué relato, o novela, estás más orgulloso?
De “Normal”. Es mi trabajo más maduro, más serio, más elaborado. También tengo especial cariño a “El Mundo Pequeño” que es una historia de fantasía steampunk que empezó como un ejercicio, como un breve relato, a ver si era capaz de escribir algo de un género que no me gustaba y se está convirtiendo en toda una novela, es más, creo que acabará en saga porque da para mucho. Espero acabar la primera parte este año, aunque tengo pendiente “Homo Extinctus” que es muy ambiciosa y que también me enorgullece cómo avanza.
Hace unas semanas salió “Normal”, ¿Cómo lo afrontaste?
Con nervios, muchos. Sé que la primera edición que publiqué en plan indie en Amazon vendió mucho y recibió muy buenas críticas; eso debería tranquilizarme pero claro, no es lo mismo ir por libre que de la mano de Suma de Letras que amplía el mercado por mil o más… Espero que tenga buena acogida, la verdad.
¿Qué puedes contar de la novela?
¿Yo? Prefiero que lo cuenten los lectores, que den ellos su opinión, pero si me preguntas por cómo surgió te diré que fue a raíz de una conversación en mi casa con mi amigo el director de cine indie Luis Endera y mi mujer Susanna: surgió el concepto de prosopganosia, la incapacidad de reconocer caras y a partir de ahí hablamos de gente anodina, de esas personas que pasan desapercibidas y se hacen invisibles… Pensé que un criminal así sería muy difícil de detener. Después surgieron Félix, Lara y los demás personajes, cada uno con algo que los hace diferentes pero muy normales para mí y me encontré con estaba dándole vueltas a la pregunta “¿Qué es ser normal?”. Además en esa época a mi cuñada le habían diagnosticado trastorno bipolar, empecé a leer mucho sobre el tema y me encontré con el protagonista: Félix Fortea, un tipo para mí normal, que no lo es en absoluto y que surgió en contrapartida del malo, tan normal en aspecto pero tan anormal en su actitud.
Hubo varios factores. Por una parte algunos lectores me dijeron que se habían quedado con ganas de más, que les había sabido a poco… Después Mónica, mi editora de Suma, que incidió mucho en esa idea y me hizo unas sugerencias fabulosas de por dónde empezar a expandir. No me quedaba otra que ponerme manos a la obra, así que releí la original, volví a enamorarme de Félix y Lara y me di cuenta de que todos tenían razón: había personajes muy potentes a los que había dibujado en dos trazos, partes de la investigación que estaban insinuadas, cosas que me habían faltado por contar… Y la experiencia de dos años más en mi vida. Por eso la amplié.
¿Qué esperas de ella?
Que me retire (Risas). No, de verdad, espero que la gente disfrute con ella, ¿no es eso lo que todos los escritores quieren? Espero que ayude a comprender un poquito a las personas con un trastorno mental. También me gustaría y mucho que se llevase al cine, creo que tiene potencial para ser una buena película. Y que venda tantísimo que la gente monte un change.org exigiendo una continuación (entre tú y yo: ya la estoy escribiendo).
Si te dieran a elegir entre ser el nuevo Dan Brown o seguir en la radio, ¿Qué elegirías?
Lo tengo claro: ser Juan Gómez-Jurado porque Juan escribe mejor que Brown, vende muchísimo y además colabora en la radio. Lo tiene todo, menos mi maravillosa voz y mi imponente calva.
Eres una estrella de la red social Twitter y algunos de tus tuis aparecen en Facebook… ¿Qué te llevó a ello?
No me considero estrella de Twitter, he tenido la suerte de que mis tuits gustan y la gente me sigue. Acabé en Twitter desengañado de Facebook porque me resultó muy endogámico, demasiada familia, demasiado amigo del colegio, demasiada gente que cree conocerte y no pilla la ironía.
¿Hay una fórmula para ello? Si la hay ¿me la dirías por privado?
Sí, quedarte en paro y dedicarte a tuitear bobadas doce horas al día (Risas).
Después de esta extraña entrevista… ¿repetirías?
Por supuesto, ha sido un placer.
Muchas gracias por tu tiempo y espero que pronto volvamos a hablar. Un auténtico placer, Roberto.
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