Opinión | La libertad que predico no es la que quiero
Queremos una libertad que no estamos dispuestos a respetar. Vivimos de la forma que queremos siempre que cumplamos unos límites éticos y morales impuestos, ya sea por la sociedad, educación o principios. La libertad que predico no es la que quiero y es por ello que te impongo la que deberíamos tener pero no la que necesitamos. La libertad no es esa que nos da una sociedad democrática o una vida haciendo lo que nos gusta. Siempre tendremos a alguien que nos menosprecie o intente socabar nuestro ánimo con argumentos inútiles y que, dicho sea de paso, no necesitamos en nuestro día a día.
Es por ello que la libertad queda bonito en las novelas, en las películas o incluso en pequeñas victorias de nuestro día a día como lo anteriormente mencionado o hacer lo que queramos dentro de los limites marcados. Queremos libertad para hacer lo que queremos pero si alguien hace algo que no nos gusta lo censuramos sin remedio y atacamos de la forma más baja y primaria a esa persona por tal hecho. Eso sí, a mi que me dejen con mi libertad que yo la gestiono como quiero. Es por ello que, aún hoy, no sabemos definirla de forma correcta y creo que, al paso al que va la sociedad, cada día la intentaremos definir peor.
La cuestión llega a ser tan simple como dilucidar el hecho de seguir viviendo a nuestra manera, de forma relativamente libre o acatar aquello que nos "obliga" la sociedad. Puedes seguir viendo fútbol aunque no te guste con tus amigos, puede salir de fiesta solo porque no te dejen de lado, puedes intentar ir a la moda sólo para que no te miren mal por la calle. Puedes peinarte como marcan los futbolistas que, al parecer, son los que marcan la moda de los más jóvenes. Puedes hacer todo ello sin que seas el diferente, el raro, el que preocupa a toda la familia porque no hace lo que realmente "debería" hacer alguien de nuestra edad. Intenta el juego contrario, intenta decirle que no te gusta el fútbol, que te gusta el pro wrestling, decirle que prefieres ver una película o leer a salir de fiesta, intenta decirle que intenten ser felices en sus vidas. Responderán como imaginas. "Tu no eres nadie para decirme lo que tengo que hacer. "
En definitiva, muchos que predican una libertad en estos tiempos no aceptaría las mismas normas que propone para el resto de la sociedad. Sea por educación, principios o porque, por desgracia, aún no somos tan libres para hacer lo que queramos sin que nada de lo que digan o hagan a nuestro alrededor nos afecte.
Post a Comment